La salud está en auge en la sociedad. Desde aplicaciones y relojes inteligentes que se suponen que nos mantendrán en forma, hasta la gestión de la salud corporativa en el sector empresarial, todo el mundo habla de salud, fitness, ergonomía y elimina el estrés. La salud corporativa debería tener muchas consecuencias positivas para el bienestar de los empleados y, por tanto, garantizar indirectamente el éxito de la empresa. Pero ¿Cómo se hace? ¿Es algo más que poner la cesta de frutas sobre la mesa?
Una buena salud puede definirse como el bienestar físico, mental y emocional. La creatividad, la motivación y las ganas de mejorar en el puesto de trabajo requieren de un estado de buena salud. Según la OMS, las principales causas de baja laboral son el estrés y los trastornos musculares.

Se afirma que un trabajador infeliz es hasta un 30% más caro para la empresa. Por estos motivos, cada vez más organizaciones están siendo conscientes de implementar medidas de salud corporativa, dando por tanto importancia a su capital más importante: las personas.
Cuando el trabajador está sano, es más eficiente, está atento y pleno de energía, los riesgos de accidentes disminuyen y las situaciones de estrés son gestionadas más positivamente. Según un informe de la OMS, una alimentación adecuada y la práctica de actividad física en trabajadores pueden incrementar los niveles de productividad en un 20%.

Por regla general, el fomento de la salud en el trabajo aborda distintos temas y, en la práctica, se asocia estrechamente a la evaluación de riesgos. Algunos de los aspectos del fomento de la salud en el trabajo son:
a.-Participación de los empleados en el proceso de mejora de la organización del trabajo;
b.-Participación y consulta de los empleados en la mejora del entorno laboral;
c.-Todas las medidas tienen por objetivo aumentar el bienestar en el trabajo, por ejemplo, introduciendo un sistema de horario flexible o de teletrabajo;
d.-Poner sobre la mesa el tema de los hábitos alimenticios saludables en el trabajo facilitando para ello información sobre una nutrición sana, ofreciendo una dieta sana en los comedores o poniendo a disposición de los trabajadores instalaciones para que ellos mismos puedan preparar su comida.
e.-Sensibilización sobre el tabaco, incluida la oferta de participar gratuitamente en programas para dejar de fumar y la prohibición generalizada de fumar en todas las instalaciones e inmuebles de la empresa;
f.-Fomento de la salud mental, ofreciendo a los directivos cursos para que aprendan cómo manejar el estrés y la tensión en su equipo y a los empleados servicios de acompañamiento psicológico de forma totalmente anónima;
g.-Ejercicio y actividad física, ofreciendo cursos de deporte, fomentado la práctica de actividad física y una mentalidad laboral activa y sana;
h.-Control de la salud, ofreciendo revisiones médicas en las que se controle la tensión o el colesterol.
Las empresas “hábiles” se convierten en saludables para enfrentarse a los costes derivados del problema de las enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento de la población y a los hábitos de vida no saludables, y a sus propias deficiencias organizativas, convirtiéndolos en una oportunidad de mejorar su eficiencia y, por tanto, su competitividad.

Y, además, reportan beneficios tanto a los trabajadores, como al empresario y, en definitiva, a toda la sociedad, que se traducen, entre otros en:
- Reducción de la accidentabilidad y las enfermedades, especialmente las crónicas.
- Aumento de la productividad empresarial y, correlativamente, disminución del absentismo y del presentismo. Por cada euro invertido en programas de PST se genera un ROI de entre 2,5 a 4,8 euros en absentismo y 2,3 a 5,9 euros en costes de enfermedad (Datos informe Trabajadores sanos en Empresas Saludables de la ENWHP).
- Mejora del clima laboral, la motivación y la participación.
- Promueve la identificación con los valores de la empresa y, con ello, la retención de talento y la disminución de la rotación.
- Mejora la reputación para los trabajadores, para las empresas y para la comunidad donde éstas se ubican.
- Disminuye los costes sociales sanitarios (hasta un 26%), de seguridad social y de seguros, y contribuye a la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. (Datos informe Trabajadores sanos en Empresas Saludables de la ENWHP).
Los empleados de cualquier empresa son el activo más importante de la empresa y todo lo que hagan repercute en la satisfacción del cliente. Es necesario que el departamento de recursos humanos y los directivos sean conscientes de ello y pongan a disposición de sus empleados una serie de comodidades y desarrollen programas de salud corporativa para promover hábitos saludables dentro de sus plantillas.
«La mejor y más eficiente farmacia está dentro de tu propio sistema»
Robert C. Peale
Totalmente de acuerdo, cada vez más las empresas van por este camino, pero queda mucho por recorrer aún.
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Me siento conectada con las palabras, pensamientos y creencias que desprendes en estos textos. Me he dedicado mucho tiempo a velar por la salud de las personas como técnico en salud deportiva, nutricionista y comunicadora, y todavía lo sigo haciendo difundiendo mi estilo de vida por redes y compartiendo mensajes de autoconsciencia a favor de ello, como aportación personal. Actulamente me dedico a ayudar a las empresas, a nivel profesional, invitando a que velen por la salud de sus organizaciones, (soy especialista en RRHH, comunicadora. Coach y estratega). Desde luego valorar el capital humano es imprescindible para el desarrollo saludable de cualquier empresa, porque sin personas, una empresa sólo es un cuerpo inerte sin alma, en definitiva, un envoltorio, que nada puede aportar. A lo largo de mi camino he podido comprobar que es más sencillo llegar a las personas que a las organizaciones, porque la enfermedad física, la del cuerpo, duele de forma evidente, y al dolor no nos acostumbramos. Sin embargo, la enfermedad en las organizaciones pasa desapercibida a ojos de quien no quiere observarla, y duele, sí, pero en silencio, y el bloqueo que genera es susceptible a maquillarse con múltiples excusas. Esto hace que sea más dificil que las empresas pongan remedio a tiempo. No existe todavía una cultura de salud organizativa fuerte, al menos en España, y todavia tardará. Como estregia creo que es interesante poner el acento en la salud física, en el coaching personal, para acercar este mensaje a quienes todavía no lo ven. Veo que eso mismo es lo que haces desde este blog. ¡Te felicito!!!
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