Es una disciplina científica basada en la aplicación de los conceptos y principios de la ecología en el diseño, desarrollo y gestión de sistemas agrícolas sostenibles.
La finalidad de agroecología es obtener alimentos más saludables que los que produce la agricultura convencional, prestando atención a lo integral del ecosistema, incluyendo el componente social, y a la vez que se conservan los recursos naturales y la biodiversidad.
La agroecología no es lo mismo que la agricultura ecológica. La agroecología tiene un enfoque teórico que busca aumentar la sustentabilidad agraria desde las perspectivas ecológica, social y económica.
En tanto, la agricultura ecológica es la implementación o puesta en marcha de esta estrategia. La agroecología proporciona a las agriculturas llamadas ecológicas una base científica.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) entiende que la agroecología es al mismo tiempo una ciencia, un conjunto de prácticas y un movimiento social:
- Como ciencia agroecológica estudia la interacción entre los distintos componentes del exosistema.
- Como conjunto de prácticas, intenta obtener sistemas agrícolas sostenibles, con una producción estable y optimizada de alimentos.
- Como corriente social, promueve la justicia social, refuerza la cultura y la identidad de los entornos rurales y fortalece sensiblemente su economía.
El deterioro y erosión de los suelos, su pérdida al ser arrastrado por las aguas y vientos, la deforestación, la pérdida de biodiversidad genética, la salinización, la contaminación por el uso indiscriminado de plaguicidas y fertilizantes, el consumo de combustibles fósiles y la liberación de gases invernadero son sólo algunas de las consecuencias negativas que ha tenido la agricultura convencional a lo largo de los años.

El funcionamiento de la agricultura ha estado basado en el empleo de agroquímicos, la manipulación genética y en el uso de grandes cantidades de energía, sobre todo de agua, siempre con la finalidad de aumentar la producción de cosechas, pero sin tomar en cuenta el impacto posterior que se genera a mediano y largo plazo sobre el medio ambiente.
En tiempos recientes, organizaciones internacionales junto a entes gubernamentales y ONG’s han resaltado la importancia apuntar a un desarrollo sustentable, tomando pautas para el cuidado de los recursos naturales, a través de incentivos a las industrias para la aplicación de medidas con sentido ecológico.
En el marco de estas medidas ha entrado la agroecología, un tipo de agricultura alternativa frente a las prácticas tradicionales, que aplica los principios del conocimiento ecológico al desarrollo y puesta en práctica de los sistemas agrícolas. Sus orígenes datan de la década de los 70 y busca alcanzar la sostenibilidad logrando un equilibrio entre el aprovechamiento de los cultivos y los beneficios para las comunidades que los producen y viven de éstos.
La agroecología busca minimizar el impacto negativo en el medio ambiente que tiene la agricultura convencional, trabajando por un uso óptimo y consciente de los recursos naturales, la preservación de los suelos con el uso de abonos y pesticidas naturales no tóxicos, con el fin de mejorar la calidad de los alimentos que consumimos y ser más respetuosos con el entorno ambiental.
Por otro lado, la agroecología se caracteriza por fusionar los valores científicos con los valores sociales. Analiza el sistema agrario desde un punto de vista integral incluyendo aspectos ecológicos, económicos y socioculturales dentro de cada localidad donde se desarrolla, para plantear soluciones a los problemas y fortalecer la capacidad productiva a través del intercambio de conocimientos empíricos entre los miembros de la comunidad y demás actores involucrados en el proceso agricultor y las últimas tecnologías en el área.

La agroecología es un modelo de desarrollo agrícola opuesto a la agricultura convencional, la cual cuenta con unos principios básicos, entre los cuales podemos señalar:
– Promueve a los investigadores hacia la profundización del conocimiento de los métodos que desarrollan los agricultores, además poner en relieve el potencial ilimitado de ensamblaje de la biodiversidad que permiten la creación de sinergias positivas que otorgan a los agroecosistemas una alta capacidad de resiliencia.
– El rendimiento sostenible de un agroecosistema viene dado por el equilibrio que existe entre los cultivos, suelos, nutrientes, luz solar, humedad, organismos coexistentes, los nutrientes y la biomasa muerta.
– La agroecología es productiva, sostenible y saludable, prevaleciendo las condiciones equilibradas y ricas en crecimiento.
– No rechaza las nuevas tecnologías desarrolladas que puedan ser adaptadas a los agroecosistemas y que no generen impactos irreversibles al ambiente.
– Permite la restauración de los agroecosistemas en su totalidad mediante los períodos de barbechos y los mulch.
– Utiliza la biodiversidad como técnica principal para lograr la autorregulación y la sostenibilidad de los agroecosistemas a través de los biocontroladores, los policultivos y las asociaciones de cultivos.
Estamos hablando de una ciencia, pero también debe considerarse como una filosofía de vida. Según la FAO, son los agricultores familiares y los pequeños agricultores locales, por sus conocimientos y sabiduría, los que poseen los instrumentos necesarios para ponerla en práctica.
«La naturaleza es la mejor maestra de la verdad».
San Agustín
